Nikka Costa, Una Perla Auténtica

Qué delicia y qué grata sorpresa a un tiempo. Seguramente a estas alturas todos recordaremos las andanzas allá a comienzos de la gloriosa década de los 80 de una chica de rizos dorados, cara preciosa y un desparpajo evidente cantando. Era Nikka Costa.

Exacto, ya le perdiste la pista. Te recomiendo pues que vuelvas a recuperar tu buen gusto. Para ello voy a ponerte en antecedentes. Sigue leyendo porque no es lo que esperas.

Todo empezó a raíz de un capricho. La hija de Don Costa, director de orquesta y productor (Frank Sinatra, Sarah Vaughan...) quería grabar un disco. Ya había participado en spots de tv y algún que otro show precedida por la popularidad de su padre en USA. Y así fue. La nena quiere un disco... Pues ahí le produjo un superventas titulado Nikka Costa que contenía el celebérrimo On My Own. Una imponente balada pop porque tras ella había sólo una niña de diez años. 

Esto ocurrió en 1981. Pero no duró demasiado. Papá Costa muere repentinamente y Nikka queda desamparada. Prácticamente desapareció de escena. Pero he aquí que afincada en Australia empezó a producir unos años después una serie de discos sorprendentes cuando ya en su país casi la habían olvidado. 

Y en este punto es donde empieza la auténtica leyenda. De pronto como llegada de la nada Nikka Costa, ya transformada en una bella mujer, canta al mejor estilo Janis Joplin unas canciones electrizantes de buen ritmo funk, soul e incluso su poquito de pop y que ella misma se encarga de componer. Pero es que además todo ello con una voz desgarrada por momentos y muy llamativa, nada que ver con la dulzura de sus inicios al lado de papá.  

Y así ha grabado una serie de discos que apenas si se han escuchado fuera de Australia y Alemania. En Norteamérica ni se han enterado aún. Entre ellos Pebble To A Pearl en el año 2008, producido por su marido, el también cantante y compositor Justin Stanley. 

Voy a dejarte el single Stuck To You que abre el álbum. Sólo es el principio... el resto es todavía mejor. Disfrútalo.

En 2010 Nikka registra un giro desde el soul/funk hacia el electro/pop. Presenta una imagen más sexy y comercial con el tema Ching Ching Ching. Sería el adelanto de un nuevo álbum en Europa que aún sigue inédito.