martes, 19 de noviembre de 2013

Luz Casal Premiada Por El Ministerio de Cultura





La cantante gallega Luz Casal es Premio Nacional de las Músicas Actuales 2013. Una trayectoria musical que abarca varias décadas y distintos estilos musicales desde el rock, a la balada o el bolero. Una voz inconfundible llena de rabia o ternura, adaptada con clase y calidad a cada interpretación.

La noticia se ha conocido hoy 19 de noviembre. Precisamente las dos características citadas, "la calidez de una voz que se graba en la memoria" y "el fértil camino recorrido (...) ensanchando su trayectoria" han sido las dos cualidades que el jurado de este Premio Nacional ha valorado sustantivamente.

La noticia ha sorprendido a Luz actuando en París. Y es que Francia, dicho sea de paso, es un país en el que goza de una popularidad muy especial. A veces la propia cantante ha llegado a subrayar que en España también existe. Este galardón dotado con 30.000 € lo demuestra.

Luz Casal ha reconocido en distintas entrevistas a lo largo del tiempo que si en los ochenta le hubieran dicho que iba a cantar boleros no se lo hubiera creído. Y es que a veces las fronteras de la música son tan leves que afortunadamente hay quienes las cruzan con total naturalidad y éxito.

Precisamente su último disco aún inédito pero ya grabado llamado Almas Gemelas (2013) contiene siete versiones, una de ellas del músico y cantautor brasileño de bossa nova Antonio Carlos Jobim. Publicación prevista para el 26 de este mes.

También fueron galardonados con este premio del Ministerio de Cultura en su primera edición en 2009 Joan Manuel Serrat, 2010 Amaral, 2011 Santiago Auserón y 2012 Kiko Veneno.

Bonita noticia para rubricar el día.




domingo, 17 de noviembre de 2013

Queen Superventas



Comentar cualquier detalle sobre la histórica banda de rock Queen se me antoja arriesgado. Mil biografías, mil disecciones sobre cada uno de sus discos, mil detalles técnicos que argumentan en definitiva el nacimiento, desarrollo y posterior ocaso de estos cuatro músicos que en Londres hace más 40 años pusieron en marcha el proyecto más ambicioso de sus vidas... No es fácil.

Aún así es objetivamente acertado decir que si Freddie Mercury no hubiera estado en ella jamás habrían resultado igual de divertidos sus discos, sus giras, su quehacer ante los medios de comunicación así como el largo número de vídeos igualmente entretenidos.

Pero detrás de todo ese espectáculo multimedia, incrustante sobre todo durante los ochenta -¿qué no lo fue en esa década?-, hay cuatro músicos que en conjunto trabajaron un legado musical altamente recomendable. El guitarrista Brian May, el bajista John Deacon, el batería Roger Taylor y el vocalista Freddie Mercury construyeron un mito que todavía perdura.

No lo suficientemente rudos como para ubicarles abiertamente en la tendencia hard rock de sus comienzos, que algunos dicen inspiraron, y tampoco lo necesariamente planos como para situarlos fuera; precisamente su música eclosionó en realidad a raíz del archifamosísimo -contagiado del progresismo musical de la época- A Night At The Opera (1975). Un álbum que ya mostraba los excesos y gustos recargados de Mercury.

Desde aquí hasta el estrellato definitivo y a la comercialización masiva de su espectáculo lleno de color, fantasía con un vocalista desatado en cada interpretación había un paso. Es decir, el abandono de sus raíces hacia lo fácil y cómodo para las listas de éxitos en la arrolladora maquinaria del márketing. A veces se alargan los proyectos más de lo debido en virtud del rentable negocio.
 



Pero quiero destacar que la Banda Británica de Rock Queen jamás utilizó sintetizadores en sus discos. Es más, si se lee detenidamente en ellos aparece esta frase: Ningún sintetizador fue utilizado en este álbum. Lo llevaban muy a gala... pero solo hasta 1980. La moda, el mercado mandaban.
 
El álbum The Game de 1980 fue el primero del grupo en incluir el elemento básico de una década que al fin y a la postre los elevó al cenit del reconocimiento mundial.

El sintetizador hizo acto de presencia en los discos de los veteranos del rock británico. Algunos seguidores se quedaron por el camino pero otros muchos empezaron a amarles.

Las ventas fueron ingentes. Hasta el momento de escribir estas notas el disco supera con creces las 4 millones de copias vendidas. Y algunos de sus temas igualmente han llegado a estar en formato single en más de 7 millones de hogares por todo el mundo. Me refiero a Another One Bites The Dust. Su primer nº1 en EE.UU.

O por poner otro ejemplo el rockabilly Crazy Little Thing Called Love que junto a la anterior fueron los dos únicos nº1 de Queen en el país de la libertad. Según cuenta la leyenda el propio Mercury lo compuso en diez minutos en un baño de espuma en un hotel de Munich en las sesiones de grabación. Solo media hora necesitó para grabarlo...

En fin, a partir de aquí muchas cosas quedaron atrás de los genuinos Queen de sus comienzos.
 






lunes, 11 de noviembre de 2013

Billy Joel, "She's Always A Woman"



Entre bambalinas se van cociendo a fuego lento las mil y una historias de aquellas canciones que sin saber muy bien por qué se van cotizando al alza conforme pasan los años. Qué duda cabe que Billy Joel tiene algo que decir al respecto con una de sus más entrañables composiciones.

Transcurría el año 1977 cuando se publica el álbum The Stranger. Tras varios singles de éxito como el espléndido Just The Way You Are que Barry White versionó después, aparece esta pequeña balada que conquistó el corazón de medio mundo.

Inaugurada la década de los 70 Joel acababa de romper relación profesional con su mánager que no conseguía promocionarle adecuadamente.                              

Billy apenas despegaba de los clubs nocturnos neoyorquinos machacando el piano a golpe de melodías que ambientaban a la perfección una noche de copas, pero nada más. Por fin Piano Man en 1973 consiguió abrirle un hueco más que importante en el mundo de la música.

A partir de ese instante sería Elizabeth, su mujer, quien se hiciera cargo de la gestión de la carrera de su marido. Es conocido que ejercía con mano firme su labor entre los empresarios. Tras la frágil estampa que describía su figura se escondía "una negociadora exigente y experta que podía herir con sus ojos, robar como un ladrón pero nunca ceder", tal es la fama que adquirió en el mundillo del show business.

Esta merecida fama de negociadora férrea e inflexible le granjeó el apelativo de mujer "poco femenina". Estaba claro que para su marido Elizabeth era sin embargo toda una dama. Y para hacerlo saber compuso She's Always A Woman.

Desde luego una belleza de canción que no ha parado de desprender su donosura desde entonces por doquier, incluidos spots de televisión.  Muy curioso además es que en el fatídico 11 de septiembre de 2001 podía escuchársele en la megafonía del piso bajo de las terriblemente célebres torres gemelas de New YorkWorld Trade Center, justo hasta el momento del colapso. Paradojas de la vida.


lunes, 4 de noviembre de 2013

Una Sonrisa

Una sonrisa inocente y cómplice para una tarde de otoño.


 
 
El poder del deseo. Cuidado con él, ¡puede hacerse realidad!. 

domingo, 3 de noviembre de 2013

La Ciudad Viva, Hermoso Ruído



A veces uno no tiene nada mejor que hacer que darse una vueltecita por la ciudad por el simple placer de disfrutar de sus calles, sus gentes, la temperatura que al menos en este día de otoño acompaña mientras vas descubriendo como la morfología de ambos, ella y yo, va cambiando a la par.

Aparqué el coche. Misión casi imposible cuando pretendía hacerlo en cualquier calle al azar como antaño, ¡inocente de mi!. Ya había olvidado que la ciudad es coto privado de la amenazante grúa municipal, agazapada tras cualquier esquina esperando exactamente a que tú llegues.

Y la verdad, todo repleto de todo. De coches, de niños, de papás que corren exhaustos tras ellos mientras la mamá de al lado hace malabares imposibles para que el niño tome la merienda; la pareja de más allá que de la mano se dedican todo tipo de recatados gestos de amor y sus antagonistas, también enamorados pero que atornillan sus labios sin pudor alguno.

La ciudad bulle. Los comercios rebosan. Al menos aún no ha desparecido el ritual de pasar a preguntar precios y de paso probarse el vestidito, traje o chupa que de seguro sabemos que no podremos comprar, pero que al menos nos deja con la satisfacción de haber podido vestir un traje carísimo de ultimísima moda por un momento, minutos que al resignado vendedor se le antojan un mundo mientras ufanos hacemos pasarela en un metro cuadrado frente al espejo.

Pero lo importante es que en ese ensimismado ir y venir pareciera que la crisis no existiera durante esas pocas horas del día. Vivir hay que vivir y lo podemos observar en las típicas tascas. Si no hay para dos, pues ya con una vas bien servido y feliz con una charleta mientras disfrutas del momento.

Por unas horas has tenido la sensación que John Lennon debió de sentir igual cuando escribió Imagine. Y que al llegar a casa pensó que escenas así jamás deberían hurtarse por intereses espurios; algo que Louis Armstrong también debió imaginar cuando cantó con tanta dulzura  What a Wonderfull World .

Porque la vida es sueño y lo sueños, sueños son, que al menos nadie nos impida siquiera poder imaginar un mundo mejor, incluso maravilloso... A fuerza de practicarlo igual los sueños dejan de serlo para convertirse en realidad. Que nos quede al menos París.