martes, 4 de octubre de 2011

El Secreto del Éxito



A veces tengo la misma sensación cuando me planto delante de ciertos grupos y discos. Las comparaciones sin excepciones son impertinentes. Entre otras cosas porque nada es como fue ni volverá a serlo como es hoy. Pero la nostalgia puede causarte malas pasadas.

Por eso es que no sé aún, estoy en esa lucha interior, si el nuevo álbum de los madrileños Secretos es bueno, regular o un recuerdo vago de lo que fueron hasta que el trágicamente malogrado Enrique Urquijo dejó de existir.

Carlos Narea, el productor, se ha encargado de conservar el carisma creador de la banda más longeva, casi en solitario, de lo que fue la movida madrileña. Es limpio, con medios tiempos excelentes y sobre todo suena todo el grupo muy compacto, consiguiendo la elegancia que les acostumbra.




Su habitual registro entre el pop, el country y también el southerm rock yanqui no decepciona en absoluto y es lo que se espera de ellos. No hay mucho más que añadir, salvo que se echa en falta la interpretación entrañable de Enrique. Su hermano Álvaro hace las veces pero de nuevo las comparaciones están fuera de lugar.

En fin, que no está mal, que siguen activos rodando por medio mundo con su espectáculo acústico. Enhorabuena después de tanto años y porque la fórmula siga viva.




jueves, 23 de junio de 2011

Verano a Ritmo Carioca


Desde que decidió cortarse la melena, el productor, compositor y cantante de Connecticut Michael Bolton no ha dejado de suavizar su música hasta límites insospechados. El otrora melenudo de guitarreos potentes es historia.

La verdad es que algunos seguidores quedaron confundidos con las piruetas estilísticas que proponía el marido, novio o amigo perfecto que las mamás quisieran para sus hijas. Imagen limpia, impoluta, exquisita producción y no menos decoro en la elección de material propio o ajeno a ritmo de Soul, R&B, con una voz matizada, sin reparos y con acierto al modo del mejor cantante de color.

Verás, es que acaba de publicar un disco de duetos, Gems The Duets Collection (2011), y por aquello de las casualidades quedó conectado en mi reproductor de cd la opción aleatoria de reproducción. Y ahí que apareció para mi sorpresa una exuberante versión de Somewhere Over the Rainbow.




Judie Garland seguro que observará orgullosa lo que Bolton ha hecho con su clásico; fue la primera que lo cantó para la película El Mago de Oz. Nada que ver con el original, como gustan ser las recreaciones. La del guapete va a ritmo carioca y se ha traído a Paula Fernandes de 27 espléndidos años para redondear la jugada.

La brasileña de voz sobria y estable consigue emocionar junto a su partener profesional. Mérito añadido es que en realidad se trata de una estrella del country, pero aprovechando que el Pisuerga pasa por donde no debe... En fin, que no he ido más allá en el disco hasta que no consiga desengancharme de esta bella pieza tratada con maestría y sutil elegancia. Ahí te la dejo.


martes, 21 de junio de 2011

Amy Winehouse, Bochorno En Escena


Actuaciones de dudosa honorabilidad las hubo, las hay y las habrá por muy largo que el mundo sea en su recorrido entorno al sol. Pero algunas claman al cielo.

Me vienen de pronto a la memoria las controvertidas actuaciones de Iggy Pop, apodado la iguana, que a pecho descubierto literalmente destrozaba en ocasiones conciertos que auguraban buenas nuevas. También los sureños Dr. Hook que incluso subían a escena bebidos. Janis Joplin y Jimmy Hendrix merecerían capítulo aparte.

La era del Punk y post Punk también dio lo suyo. Ahí estaban The Jam y Sex Pistols que hacían las delicias de los morbosos en busca de carnaza con que saciar sus insidias festivaleras. No olvidemos a los Kiss.

Tampoco echemos a olvido a los destrozadores de guitarras. Por ejemplo Pete Townshend de The Who que accidentalmente rompió una y a partir de ahí en represalia consigo mismo no dejaba de dar su dosis de roturas en escena cada vez que le venía en gana. Keith Moon, el batería, se conoce que se contagió y hacía lo propio con su batería.

El ya mencionado Hendrix terminaba con semejante espectáculo destrozón sus actuaciones. Después de vagar por mundos oníricos inducidos artificialmente volvía en sí, o en no, rompiendo en escena la guitarra. También Ritchie Blackmoore de Deep Purple; Kurt Cobain de Nirvana más recientemente emprendiéndola además con el resto de equipos.

Como se observa la lista es larga. ¡Ah!, un detalle. Se dice que quien partió el melón por primera vez -¡vaya, mala comparación!- fue Jerry Lee Lewis, pero este acróbata tomaba como rehén a su piano al que después prendía fuego. El rock siempre fue revulsivo, tachado de satánico en sus inicios, alteraba los ánimos más de lo debido en ocasiones.

Viene a colación esta relación de despropósitos porque he tenido la experiencia más debastadora de casi toda mi vida. Sentí pena, y es lo último que se puede desear, al ver a mi ídolo del soul actual de ribetes clásicos, de voz recia pero embriagadora, intérprete de alta talla acabando con toda su magnificencia por los suelos de la moral. Amy Winehouse la ha vuelto a dar y de la peor forma hace un par de días en Belgrado.

Degradada, reducida a la mínima expresión la Winehouse ni siquiera septeó en escena, no. Ni fue capaz de comenzar mientras una ebria y desvaída figura tanto como ajada y ridícula semblanza de lo que alguna vez debió ser dejaba patente su defectuosa humanidad.

Allí apareció -nunca mejor dicho, parecía un espectro- completamente borracha en escena a la que aún así decidió subir sin rubor alguno que debió quedar sumergido en alcohol o quién sabe qué...

Mi generosa ingenuidad lucha por establecerse en dueña y señora de mis deseos y no pierde tiempo ni dignidad en desearle lo mejor, en la confianza que lo alcanzará, a esta víctima más que juguete roto de una mente tan genial como absurda.




domingo, 19 de junio de 2011

Ha Muerto Clarence Clemons


Sí, como un jarro de agua fría ha caído la noticia, que a pesar de las ya altas temperaturas que sufrimos su tacto nos ha resultado ciertamente gélido. El saxofonista de la legendaria banda de acompañamiento E Street Band de Bruce Springsteen ha fallecido.

Ha sido el sábado 18 de junio en Florida. Murió a consecuencia de un paro cardíaco, a su vez irremediable tras varias intervenciones en el cerebro que le habían sido practicadas en las últimas semanas para paliar los daños de un derrame cerebral y de las que permanecía en estado crítico desde el pasado 13 de este mes.

El propio Springsteen ya se había pronunciado al respecto sobre el estado de salud irreversible de su amigo y compañero Clarence Clemons, desplazándose junto al resto de la banda al lado de éste, donde han permanecido hasta el fatal desenlace.

El imponente músico había sido reclutado por el Boss en 1973 para la grabación de sus tres primeros discos, entre ellos la obra maestra Born To Run que según la crítica especializada cambió prácticamente el devenir posterior del rock and roll.


Clarence Clemons aportó un elemento básico al sonido característico de la E Street Band, la consistencia y vigorosidad de un saxo imbuido plenamente de los sonidos soul que gustaba a su ejecutor aportando frescura y clasicismo a un tiempo al rock descarado de Springsteen.

El saxofonista recaló en los primeros setenta en New Jersey para buscar acomodo en diferentes equipos universitarios de fútbol americano, su gran pasión, pero truncada por un accidente de tráfico del que resultaron maltrechas sus rodillas y de las que jamás se recuperó para la práctica del rudo deporte.

Su corpulencia dejó de brillar en los campos de competición de césped para pasar a hacerlo sobre los escenarios de madera y metal de medio mundo que recorrió junto a su banda y su amigo Bruce. Su padre, un estricto predicador, le había regalado un saxo cuando tenía 16 años que aprendió a tocar como terapia frente a la depresión que le provocó el revés futbolístico volcándose plenamente en su aprendizaje.

Clarence Clemons también desarrolló su carrera en solitario paralelamente grabando buenos discos de soul con colaboraciones insignes como las de Jackson Browne (You’re a friend of mine) o la misma Aretha Franklin; también Ringo Starr.

Clarence Clemons nació el 11 de enero de 1942, en Norfolk, Virgina y se encontró con la muerte 69 años después en Florida. Un músico que brilló con luz propia convirtiéndose en parte esencial del sonido de Bruce Springsteen y también sustento de su imagen más llamativa. Descanse en Paz "The Big Man".




domingo, 12 de junio de 2011

Julie Dexter, Alma de Soul


Unos días de asueto y por fin encontramos de nuevo el camino a casa, el disfrute de sonidos de todos los tiempos. Para comenzar lo hacemos con una mujer de color de privilegiada textura vocal que ha curtido su estilo en solitario desde el año 2000.

Y todo eso después de haber estado a las órdenes de uno de los grandes del jazz, Courtney Pine OBE, quien le invitó como vocalista de su grupo en una de sus giras en los noventa, segunda mitad de aquella década del siglo pasado. Después como embajadora del jazz a nivel internacional en el grupo J-Life en un proyecto de la British Council consiguiendo varios premios.

En el 2000 inicia carrera en solitario creando su propio sello discográfico, Ketch A Vibe Records en el que produce y compone su catálogo desarrollando influencias del reggae de Bob Marley y del jazz y soul contemporáneo en general.

Su voz es dinámica al igual que su sonido, adaptado a los tiempos modernos pero con un ambiente clásico tan particular como difícilmente transferible. Ha creado su propio estilo y se vislumbra como una compositora de alto nivel.

Desde su periplo autodidacta esta británica de Birminghan reside en Georgia, EE.UU. Poco conocida en nuestro país Julie Dexter acaba de publicar su quinto disco New Again (2011). No hay pereza alguna en corroborar tras la primera audición que efectivamente su talento sutil y delicado acaricia el alma.


lunes, 9 de mayo de 2011

Paul Simon Entrañable



Es el neoyorquino partener de Art Garfunkel en los Sonidos del Silencio. Con él cruzó puentes sobre aguas turbulentas. Hubo un remoto pasado como Tom & Jerry pero fue antes de que dieran la vuelta al mundo con melodías entrañables como el Cóndor pasa, símbolo de una generación completa que les adoró.

Todo acabó en un memorable concierto en el bucólico postdiluviano Central Park de New York. Registrado en vivo puso fin a una década e iluminó las carreras en solitario de las dos mitades del dúo desde entonces. 

La meliflua voz y talentosa compostura artística de Garfunkel dio de sí, lo que dio; el genio creativo y la voz plana de Simon llegó hasta nuestro días con un bagaje espléndido. Hace sólo unas semanas que se puso a la venta su nuevo disco, So Beautiful or So What (single The Afterlife). Y con él entró en la década septuagenaria de su vida.

De nuevo tacto creativo y sentido de la estética en una mano que firme en la guitarra no le tiembla en absoluto. Ponerse a prueba en semejantes cumbres de la vida personal y artística sigue siendo sin duda el motor de los buenos compositores y Paul Simon no es una excepción.

Pero no sería justo obviar, como es costumbre por los jóvenes consumidores de música, la trayectoria de este genial autor, siquiera sea rescatando alguno de esos momentos inolvidables de su cuajado currículum de éxitos. Ahí los dejo para cuando gustes. Trátate bien y procúrate un pequeño placer justo en este momento. Paul Simon bien merece una escucha.






viernes, 1 de abril de 2011

La Dama del Soul Sureño


Es bueno a veces rescatar del olvido a pioneras de la música soul moderna. Candi Staton es un ejemplo de buen soul sureño con una voz indiscutiblemente personal. Los grandes melómanos la distinguen con facilidad y los nuevos amantes de la música la incorporan a su repertorio nada más escucharla.

El pasado de Candi es breve sin demasiadas aristas ni vertientes posteriores. Tan sencillo como militar desde temprana edad en los circuitos de música cristiana íntimamente relacionada con el gospel, glorioso canto de alabanza.

Esto ocurrió en la década de los cincuenta cuando en especial ebullición brillaba la portentosa voz y personalidad de una de las más grandes intérpretes gospel que ha dado Estados Unidos, Mahalia Jackson, a quien Staton acompañó en su coro en esos años.

En 1968 inicia carrera en solitario ahora en torno al soul. Consiguiendo éxitos de la categoría que demuestra la peculiar versión de In The Ghetto en 1972 que poco tiempo antes había grabado Elvis Presley. Después se integra en el Disco y en 1976 graba su mayor éxito, Young Hearts Run Free. En 1982 vuelve a triunfar con boato incluido con otra versión de un tema que cantó Presley, Suspicious Minds.

A partir de este periplo extenso y exitoso por el disco la cantante de Alabama (1940) vuelve al Gospel. Desposada con el batería de Ashford & Simpson inició la grabación de discos de corte y temática cristiana hasta la actualidad, rescatando de vez en cuando algunos de sus éxitos en listas para ocasiones puntuales y facturando algún éxito como You Got The Love en 1991.

Te dejo una muestra de su música a lo largo de las décadas de actividad de Candi Staton.






martes, 29 de marzo de 2011

Cuando el Soul Evoluciona


A veces uno tiene la sensación de haberlo escuchado todo. Culpa sin duda de las producciones en serie que nos adornan con tanta maquinita infame que genera fríamente un arpegio y a correr en derredor se ha dicho.

Pero a veces de entre esa masa informe surge la chispa y de pronto la luz ilumina la escena. Traigo a una chica de Carolina del Sur para demostrar que la música evoluciona, incluso desde estilos sumamente arraigados y aparentemente invariables. Angie Stone lo consiguió.

Formó junto con Blondie en los primeros ochentas un grupeto de chicas aficionadas al funky con tendencia ya por entonces al hip-hop consiguiendo ser pioneras en éxitos femeninos en esa textura sonora. También consiguió poner voces en algunas grabaciones de Lenny Kravitz.

En 1999 inicia carrera en solitario perfilando unos formas soul muy atractivas a las que fue incorporando el modo de baile de la época. Los entendidos en el etiquetaje dicen que su música hay que situarla en el Urban, es decir, un Neo Soul resultado de la adaptación a la corriente de baile imperante. En fin, que nuestro amado soul sirve igual para un roto que un descosido.

Angie Stone tiene una voz sugerente como pocas, ¡ah! y empezó cantando en el coro gospel de su iglesia, y en la medida que es una prolífica compositora, teclista y productora musical ha creado discos a cada cual más exultante. Te dejo una muestra irresistible de su primer disco largo en 2001 Mahogany Soul.


domingo, 6 de marzo de 2011

La New Age de Bernardo Rubaja




Hoy quiero proponerte un autor encuadrado en el etéreo concepto New Age. La verdad éste es un término tan sumamente impersonal que cada vez que ha existido algún giro alternativo a la música del momento, sobre todo en los últimos 25 años, se le ha acuñado sin complejo alguno.

Su nombre es Bernardo Rubaja. Nació el 22 de diciembre de 1949 en La Plata, provincia de Buenos Aires en Argentina. Músico con una formación académica importante. Comenzó con el piano a la edad de 7 años y en su adolescencia también se aficiona al bajo eléctrico formando un grupo beat que con el tiempo se convirtió en Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota donde participó en las primeras etapas de la banda.

Paralelamente estudia música clásica con Enrique Gerardi e ingresa en la escuela de Bellas Artes de La Plata en el curso de composición y dirección orquestal. Experimenta a su vez en el campo de la música electroacústica con el maestro Jorge Rapp. Viaja a París y estudia en el IRCAM (Instituto de Investigación Musical) con Guy Rebel donde desarrollan nuevas texturas sonoras de vanguardia.

Viaja a Estados Unidos y allí estudia piano y composición en el Deep Grove School of Music de Hollywood donde se graduó. A continuación estudia en la Universidad de Los Angeles Film Scoring relacionándose con el conocido compositor Mark Isham produciéndole su primer álbum para Windham Hill Records.

En la actualidad continúa su carrera discográfica para Narada Records, compañía especializada en este sonido alternativo que sigue contándolo entre sus artistas desde hace años.

La dilatada formación académica de Bernardo Rubaja avala un buen número de discos de auténtico culto. Desde que Narada se pusiera manos a la obra en la difusión de esta textura musical ha producido a autores que han conseguido elevarla más allá del conjunto de músicas de sobremesa agradables al oído. Chris Spheeris, Andreas Wollenweider, David Lanz e incluso Hans Zimmer. Bernardo Rubaja está en este elegante elenco.

El disco que te propongo es una delicia que se deja escuchar desde el minuto uno. Capta a la perfección los ambientes de seda y subrealistas en los que se inspiran músicos tan especiales como Rubaja. New Land fue publicado por Narada Records en 1990 y contó con la participación de Eduardo Márquez que militó en la banda del brasileño Milton Nascimento.

Por cierto, toda la discografía de Rubaja en perfecto formato Compact Disc.






lunes, 14 de febrero de 2011

Gary Moore Ha Muerto



Hace sólo unos días se encontró en un hotel de Estepona en Málaga el cuerpo ya sin vida de uno de los guitarristas de rock más reconocidos en los últimos tiempos. Fue el pasado domingo 6 de febrero y aún se desconocen las causas de la muerte, aunque todo apunta a que fue por causas naturales mientras dormía.

El irlandés Gary Moore tenía 58 años y tras de sí una larga carrera como músico de estudio e integrante de la banda de hard rock Thin Lizzy. Se empapó con total virtuosidad del blues que le llegaba desde el otro lado del Atlántico, pero no sería hasta 1990 cuando Moore encontró en ese sonido el motivo fundamental de sus composiciones hasta el día de su muerte.

Gary tuvo un momento irrepetible cuando su disco Still Got The Blues (For You) (1990) conquistó sin reparos las listas de éxitos de medio mundo. Este guitarrista tenía la fuerza y energía del mejor rock que practicó durante años y la sensibilidad sobradamente necesaria para practicar riff de guitarra ciertamente emocionantes.

Así giró por medio mundo con su reencontrado estilo que practicó desde siempre pero jamás exteriorizó. Cuenta la leyenda que en los ensayos previos de un concierto y ya en el camerino Moore calentaba dedos y de forma inopinada éstos terminaron rezumando el mejor blues clásico del que siempre estuvo enamorado y por circunstancias nunca grabó.

Todo su blues con aroma rock ahora quedó aparcado de los escenarios para siempre. Sin Gary Moore en ellos se echará en falta un poco más el sabor del blues, cada vez más escaso en pleno siglo XXI. Aún así nos quedará el recuerdo y sus muchas grabaciones decididamente ya inolvidables. Hasta siempre Gary.


viernes, 11 de febrero de 2011

Aṣa, Sonido Racial


Con solo teclear un poco en los buscadores habituales podemos ubicar con toda sencillez el lugar que Nigeria ocupa en los mapas geográficos o políticos. Y si ya quieres curiosear un poco más advertirás como el crisol de etnias se conjuga con una tensa relación no resuelta entre las dos religiones dominantes, el islamismo y el cristianismo.

En este ambiente bajo el intenso calor africano se desarrolló la juventud de Aṣa, que nacida en París pasó toda su juventud en el sur de Nigeria, la patria de sus padres, empapándose de los sonidos autóctonos del lugar. La música de Erykah Badu, D'Angelo y sin hacer ascos a los discos que su padre llevaba a casa de Marvin Gaye, Aretha Franklin, Lauryn Hill o Bob Marley.

Al cabo de 20 años vuelve de nuevo a su país de nacimiento, Francia, para empezar a dar forma a toda esa amalgama de vibraciones musicales que finalmente la han conducido a realizar un soul moderno de toques sesenteros sin despreciar el jazz y toda la magia étnica que lleva impresa en su alma libre, es decir, Aṣa (pronunciado Asha) en el dialecto Yoruba.



Tras una etapa como corista en varios proyectos y después como solista dándose a conocer a base de patear la carretera de actuación en actuación, nace su primer disco en 2007, Asa; dos años después un directo grabado en París, Live In Paris; y el tercero publicado hace un par de meses.

Beautiful Imperfection (2010) tiene soul y arreglos de cuerda que le dan empaque y sobre todo la tonalidad vocal inconfundible de esta cantautora que la hace original. Aprovechando el empuje de Amy Whinehouse o Duffy, Bukola Elemide (1982) que es el nombre real de Aṣa, ofrece algo más. Prontitud y emoción.

Te la recomiendo. Estaremos pendientes de ella en adelante.


jueves, 10 de febrero de 2011

Cazando Fantasmas. Ray Parker, Jr.



Siempre he considerado injusto reducir la carrera profesional de solistas o grupos a un solo éxito. Probablemente brillaron como nunca antes ni después en listas de ventas con la canción de turno que tocaba según la moda del momento. Pero me niego a eso. Lo más conocido no es necesariamente lo mejor.

Y todo ello sin perjuicio de que existan canciones que marcaran una época garantizando tanto su supervivencia como la del autor y/o intérprete al crear estilo y entrando a formar parte de la historia de la música con letras doradas.

En los primeros años ochenta el director de cine y actor Dan Aykroyd, que tiempo atrás había creado la banda de blues The Blues Brothers a raíz del programa de tv yanqui Saturday Night Live, formó pareja en la gran pantalla con el actor Bill Murray para el cine comercial con Ghostbusters (1983).

La canción estrella de la película estuvo 2 semanas como nº1 en listas de R&B y otras tres más en las de estilo pop un año después. Ghostbusters es una canción resultona, comercial, que elevó a los altares de la púrpura a su autor Ray Parker, Jr.

Pero Ray no era un recién llegado proveniente de Detroit. Atesoraba una dilatada carrera como guitarrista, compositor y productor. Fue músico de estudio para los archiconocidos Holland-Dozier-Holland que tanto color dieron a los éxitos de Motown con su peculiar soul en grupos como The Supremes de Diana Ross.

Pero es que se codeó con los mejores. Por ejemplo The Temptations, Gladys Kinght & The Pips y el mismo Stevie Wonder que por aquellos años ya era muy influyente. Subió incluso con él al escenario a interpretar Superstition. Fue en 1972 en un tour que Wonder realizaba junto a los Rolling Stones.

Ha compuesto para Chaka Khan, Barry White, Cheryl Lynn, Deniece Williams y Diana Ross. Y a finales de los 70, sobre 1978, grabó su propio disco desarrollando un bonito R&B de toques funky con un grupo de acompañamiento llamado Raydio.

El último se publicó en 1981 y se llamó A Woman Needs Love figurando Ray Parker, Jr. como estrella única y pasando a segundo plano la banda. En él se incluye un atractivo medio-tiempo que fue nº1 en listas R&B en ese mismo año, concretamente la canción central del álbum, A Woman Needs Love (Just Like You Do), entre un total de 8 baladas funk. Disfrútala, te va a gustar.






viernes, 4 de febrero de 2011

El Ritmo de la Calle




Érase una vez un grupo de cuatro músicos británicos que se apresuraron a dar forma a un concepto musical novedoso. Notas simples, divertidas, con poco más que la base pop que ellos mismos impulsaron a uno y otro confín con un poco de descaro, juventud y ganas de divertirse.

Dicho así pareciera que hablamos de los afortunadamente inevitables The Beatles. Pero no, mire usted. La descripción puede encajar perfectamente con otros cuatro músicos, de simple instrumentación, aunque éstos completamente desenchufados, y con las mismas ganas de divertirse haciendo música sin complejos, sencilla pero muy efectiva.

Se llamaban Street Boys. Solían hacer pasacalles por la ciudad de París, arremolinando en torno suyo a cientos de curiosos sorprendidos por la facilidad pop al combinar el contrabajo, clarinete, acordeón y guitarra. Canciones frescas que contagiaron Europa en el verano de 1981.

Alguien les propuso grabar y así nació en aquel año el álbum Street Boys con toda la magia de la sencillez y espontaneidad. Imagínate esos instrumentos en directo contagiando la alegría a un público entregado sin esperar ningún virtuosismo, porque ciertamente no lo había, sólo el firme propósito de pasarlo bien, sin más.

No creas pero a veces el exceso de watios y parafernalia termina creando un monstruo de barro que expele ruido más que otro acorde medianamente legible, un muro sónico difícilmente digerible.

Curiosamente tuvieron una acogida excepcional en España. Aquí se les seguía con verdadero interés. Lástima que su vida fuera tan efímera como intensos los dos años en que enamoraban por su naturalidad. Grabaron sólo dos discos. El primero es el que funcionó. El segundo, Street Boys II, ya no fue igual. De repente un día amaneció y ya no estaban.

Ambos discos son incunables, no hay manera de encontrarlos y ni siquiera sé si llegaron a editarse en formato cd. Por fortuna sí que guardo la edición en vinilo, pero... ¡sorpresa!... en Youtube he podido localizar uno de sus cortes abanderados, Some Folks del primer álbum.




¿Neil Diamond En España?




Incombustible la estrella americana Neil Diamond nos está sorprendiendo en los últimos tiempos. Su reactivación a base de naturalidad e inmediatez sonora de la mano del productor Rick Rubin le han devuelto a sus mejores años de éxito internacional en lugares puntuales a los que prometió ir en gira de conciertos y jamás lo hizo. España es uno de esos sitios.

Hace unas semanas se rumoreó que el programa de la Cuatro que dirige y presenta Pablo Motos, El Hormiguero, había barajado la posibilidad de invitarle. Los telediarios de cadenas como Antena 3 han emitido promociones de su último disco Dreams. Las estaciones de radio se prodigan en realizar especiales en torno a su figura como cantante y compositor en los últimos cuarenta años, en ocasiones menciones que siquiera hasta hace sólo unos pocos años eran impensables.

Lo curioso es que Neil Diamond nunca ha gozado de muy buena prensa en nuestro país en el que arrasó en listas de éxitos con canciones como Song Sung Blue o America. Sin embargo ahora está presente en prensa, radio y televisión con elogios varios y todos en dirección a su buen momento actual.

Para asombro de sus seguidores que conocen al detalle sus años de trabajo incansable no se hace mención en que aunque efectivamente su producción discográfica descendió en los últimos años y las ventas de sus álbumes, aún registrando discos de oro, no llegaban a la importancia de sus años mejores, Neil Diamond no dejó de girar en concierto no sólo en EE.UU. donde agota la venta de entradas, sino también en Europa y Australia.

Aunque detractores no le siguen faltando. José Ramón Pardo, José María Íñigo o Julián Ruiz que no han dudado en calificarlo en términos poco acogedores sin duda heredados de un pasado en que la estrella escurrió sus invitaciones a programas líderes por entonces en la parrilla de tve, caso de Íñigo, o también de José Ramón Pardo que piensa perdió su carisma cuando dejó de fabricar canciones sencillas de éxito inmediato.

Afortunadamente Diamond es mucho más que todo eso. Al margen del carácter recio y algo extravagante que este autor exhibió otrora, existe un compositor de talla, de voz elegante y gran atractivo mediático, que eso es importante hoy día, y sobre todo una extrema sensibilidad en la interpretación. En su último disco prescinde de parafernalias y a sus setenta años luce una voz tratada sabiamente por el tiempo en matices nuevos que descubren una y otra vez la calidad del autodidacta de Brooklyn.

A continuación os dejo uno de esos especiales a los que hacía mención. El programa "La Madeja" de rtve realizó un especial sobre Diamond el pasado diciembre de 2010:


Hoy vamos a enredar en nuestra madeja a un hombre totalmente excesivo, un tipo que desafía todos los números en cuestión de cifras de ventas, canciones compuestas, versiones acreditadas por otros artistas, premios conseguidos o aforo de sus conciertos. Un tipo al que en su país natal, Estados Unidos, se le ama o se le odia, siempre en grado superlativo y sin medias tintas: Mr. Neil Diamond.













domingo, 30 de enero de 2011

Suavemente Me Mata


No hagas caso cuando oigas que las efe emes musicales de hoy se repiten mucho. No es verdad. Las de hoy y las de hace cuarenta años. Y de eso ha quedado constancia a lo largo de la historia. Ocurre que en la actualidad se han triplicado y la consecuencia es la profusión musical. Te voy a contar el caso más significativo de todos.

Corría el año de Nuestro Señor 1970 cuando el folkie y compositor neoyorquino Don Mclean debuta después de su acreditado estatus como compositor. El primer disco fue un fracaso. Pero no se puede decir lo mismo del segundo, American Pie (1972). El título del disco en cuestión llegó a publicarse en single y aquí es donde se forjó su bendita perdición. Una oda de ocho minutazos. Desde el folk la cancioncita narra una historia simbólica del Rock'n'Roll.

Puntualizando te diré que gira en torno a un acontecimiento musical bautizado según el propio Mclean como "El día que murió la música", es decir, el 3 de febrero de 1959. En esa aciaga fecha un fatídico accidente aéreo se llevó por delante a Buddy Holly, Ritchie Valens y Big Booper. Viajaban en la misma avioneta camino de una actuación.

El caso es que la canción gustó y mucho. Y las efe emes americanas no paraban de radiarla. Hasta la saciedad. Una y otra vez. Es entonces cuando la ironía entra en juego. De pronto una cantante de soul natural de Nanshville empieza a dejarse oír con un tema llamado Killing Me Softly With His Song (Suavemente me mata con su canción). Era 1973. Cinco semanas número uno y el mayor éxito de su carrera. Curiosamente se extiende la leyenda de que el temita pendenciero era una alusión a lo pesado de Mclean con su American Pie que estaba hasta en la sopa.

Pero seamos honrados y contemos la historia desde el principio. Para ello hemos de trasladarnos a California. Allí encontramos a una cantante de Folk de nombre Lori Lieberman y aficionada a la escritura de poemas. Ésta, inspirada de nuevo por El Pastel Americano, escribió Killing Me Softly With His Blues. A su vez los compositores Charles Fox y Norman Gimbal, que verás en los créditos de la canción, pusieron la música al poema de Lori y ella misma se encargó de grabarlo bajo el título Killing Me Softly. Y así nació la primera versión, la original para entendernos.

Y las cosas que tiene la vida que la grabación de Lieberman hoy sigue eclipsada por la enorme repercusión de la versión de Roberta Flack; luego en 1988 con Al B. Sure y en 1996 con The Fugees, entre otras de menos calado. Presentemos pues nuestros respetos a su autora y suavemente... la recordamos a continuación.


sábado, 29 de enero de 2011

Michelle, Mi Bella




Siempre que traemos algo tan clásico de grupos o solistas a la vez intimamente insertos en la cultura general con una significación más allá del hecho puramente musical la prudencia es obligada por pura tendencia natural. A veces deshacer el mito granjea no pocas animadversiones.

Esta canción, si no de las mejores al menos de las más populosas de la banda de Liverpool fue compuesta por McCartney azuzado por Lennon. Aclaración obligada a continuación.

En una fiesta de estudiantes de arte en la que estaba presente Paul, como en innumerables otras, un estudiante ataviado con una barba de chivo y una camiseta a rayas cantaba -o lo intentaba- en francés. Nuestro beatles de pronto balbuceó unas palabras ininteligibles intentando hacer una grotesca imitación para entretener a los presentes de la fiesta.

Pasados los días Lennon le propuso que añadiera una letra real a la melodía que esbozó en aquella pose festiva. Dicho y hecho. La canción en la versión original que conocemos hoy quedó para la posteridad incluida en el álbum Rubbel Soul (1965) del mítico cuarteto.

Éstos sin embargo parece que no prestaron la necesaria atención a Michelle habida cuenta que la rechazaron como single en el Reino Unido y EE.UU. Aunque sí llegaron a hacerlo en algún país europeo. Fueron no obstante los Overlanders, una banda de folk que refundó su música al pop con la llegada de la era Beatles los que la encumbraron al nº1 por primera vez en una espléndida versión en 1966, además de convertirse en su único éxito.

Sorprendente trastienda. A continuación te dejo la versión original y la realizada por los Overlanders.





domingo, 23 de enero de 2011

Escurridizo Éxito


Hay artistas que por sí solos apenas consiguieron que sus carreras llegaran a destacar salvo en puntuales ocasiones y siempre estuvieron vinculados a sus trabajos compartidos. A veces como músicos de sesión en otras como coristas de solistas o grupos afamados.

Jennifer Warnes es poseedora de una de las mejores voces del panorama pop y country. Quizá sólo comparable a la de Emmylou Harris. Esta cantante, compositora y actriz de Seattle (1947) debutó en el elenco oficial de la obra Hair en su primera representación que fue en Los Angeles allá por 1968.

Llegó a grabar dos discos que apenas si significaron nada. Así que decidió sumarse a los coros del poeta y sin embargo cantante canadiense Leonard Cohen. Llegó a brillar llenando de color las a menudo trágicas y oscuras melodías del atribulado cantante.

Debido a este acicate reinició su carrera en solitario con la Warner Bros. por si esta vez había un mejor destino. Y lo hubo con el éxito Right Time In The Night del álbum Jennifer Warnes en 1977. Se clasificó en listas pop y country.

Pero de nuevo su tendencia volvió a ser contumaz. Sólo dos dúos posteriores consiguieron nuevamente sacar adelante su carrera al margen de su labor coral. Uno con Joe Cocker con el tema central de la película Oficial y Caballero en 1982. El otro cinco años después junto a Bill Medley, miembro de Rightheous Brothers, para la película Dirty Dancing.

Otro tanto ocurrió con Glen Campbell. El guitarrista de Arkansas (1936) se codeó con los mejores como músico de sesión. Elvis Presley, Frank Sinatra, The Moonkeys, Mamas And The Papas o Dean Martin. En 1967 obtuvo un éxito en solitario con el tema By The Time I Get To Phoenix con el que llegó a conseguir un premio Grammy en 1968.

Debido a las buenas amistades que hizo durante esa etapa como músico de estudio su programa televisivo de los años setenta le configuró como una estrella multimedia de la época gracias a los invitados que conseguía reunir en cada emisión.

Campbell ha seguido grabando pero con poca repercusión internacional. Es una de esas leyendas que aún guardan parte del brillo que antaño les adornó.




viernes, 7 de enero de 2011

Los Criticantes De Cine


Que nadie está en posesión de la verdad, que la objetividad es una virtud y que el respeto al de enfrente no sólo es un síntoma de buen civismo, sino, también de tolerancia...

Creo que hasta ahí estamos de acuerdo y en líneas generales se cumplen esas premisas. Ahora bien, y partiendo siempre desde ese concepto, hay un no sé qué, qué sé yo con los críticos de cine -por ahora me referiré a ellos solamente- que si el mundillo del Séptimo Arte dependiera, y ya dudo que no sea así, de las valoraciones de éstos, mal negocio tenemos.

Si no fuera porque uno calza ya alguna experiencia en la vida estaría por pensar que voy contracorriente siquiera ya por cualquier cinta se incluya en el género que se incluya, sino, en los propios géneros también. ¡Es que a mí me gustan justo las pelis que los críticos ponen a caer de un burro!.

Hace unos días pregunté a amigos y conocidos en torno a esta cuestión. Es posible que me estuviera volviendo loco y yo sin enterarme, así que mejor contrastar pareceres. Pues bien, jamás se lo habían planteado. Pero ahora que les sugería la reflexión llegaron a la misma conclusión que yo. Respiré aliviado.

Entiendo que la técnica se ha apoderado de un arte que por sí ya es espectacular sin necesidad de demasiados maquinarios digitales, tres dimensiones y virguerías varias de la modernidad. Que aquellas viejas películas guardan el encanto del equilibrio, obligado por esas mismas razones técnicas, entre guión, filmación e interpretación. Pero de ahí a salvar, y con muchas salvedades, a una de cada cien pelis que se producen en la actualidad me parece un pírrico e insultante porcentaje.

Decididamente debe haber un término medio entre Séptimo Arte, críticos y público. No creo yo que la gente acuda a una sala de cine a sufrir. Los críticos parece ser que sí. Si los que pagamos una entrada consideramos un determinado largometraje espléndido y ese mismo título en consecuencia alcanza su mejor éxito de audiencia y satisfacción... algo bueno tendrá.

Pero que nadie se confunda, que no digo yo que estemos sólo nosotros en posesión de la verdad. No. Digo que la "opinión autorizada" no suele tener en cuenta el gusto general del gran público que con su asistencia ensalza o no una película. Se cierra en torno a unos cánones a veces trasnochados y ataviados de una autoridad crítica tan tecnicista y académica que asusta.

Sinceramente, ¿no has tenido nunca la impresión que la crítica va por un lado y el expectante espectador por otro?. Bueno, ya sé que esto no es nuevo... pero ahora hablamos de crítica y cine. Vuelve en ti.

Falta de imaginación, cine descaradamente comercial, buena técnica disponible pero escasa habilidad al desarrollarla, bodrio, cinta infame, apta sólo para espectadores poco exigentes... Son algunos de los calificativos. Una férrea disección en definitiva y cuando deciden profundizar ya es el 'no va más', que uno, pobre mortal, se siente intimidado: "¿habré visto yo la misma peli que éste o he perdido el juicio?".

Entiendo que es su trabajo pero a veces nos quitan las ganas de ver más cine con tanta crítica destructiva. Sí, justo al revés. Yo os recomiendo que hagáis caso omiso y vayáis sin prejuicios a divertiros porque nada es perfecto. Id a ver una peli, pasar un buen rato con el género cinematográfico que os guste y si sois aventureros descubrid algún otro. Las disecciones para la mesa correspondiente.




jueves, 6 de enero de 2011

Una Historia De Joy Division


Especialmente trágica la historia de esta banda británica de Manchester surgida del punk, o al menos con parte de la fuerza e intensidad desbocada de ese brío musical que consiguió convertirse en tendencia en la segunda mitad de los setenta dominada por la Disco.

Como todas las bandas de aquel entonces aprovecharon fácilmente la posterior incursión en los modos de producción del sintetizador. Ya lo vimos con los australianos The Church. La particularidad del cuarteto Joy Division es que éste describía ambientes agobiantes, pesados y cargantes sin llegar al sonido pseudoindustrial de China Crisis o Talk Talk.

Su vocalista tuvo mucho que ver. Ian Curtis padecía una enfermedad tan imprevisible como destructora, epilepsia. En ocasiones en plena actuación sufrió ataques que terminaban por frustrar y minar la atormentada personalidad de Curtis que vio con el tiempo cómo su vida sentimental caía en picado costándole la ruptura de su matrimonio.

Solamente llegaron a grabar dos discos. Justo los que dio de sí la existencia terrenal de Ian Curtis. Incluso el segundo fue pospuesto varios meses, hasta julio de 1980, a consecuencia del suicidio del atribulado cantante. Closer (1980) estaba repleto de sombríos pasajes en torno a la muerte, temática recurrente, bien auspiciado por siniestros arreglos de teclado y efectos de estudio, aún más que su predecesor Unknown Pleasures (1979).

Como oscuro presagio ya desde sus inicios vía maquetas, conciertos en locales pequeños e intervenciones en emisoras de radio hasta la grabación de su primer álbum el cuarteto había asumido tácitamente que si algún miembro del mismo alguna vez faltaba jamás continuarían con el proyecto. No esperaban seguramente que iba ser tan pronto y tan trágicamente.

El trío restante jamás consiguió zafarse de la densa sombra de Joy Division, incluidas reediciones, recopilatas que llenaron durante décadas el vacío. Pero llegaron a conformar un nuevo y duradero proyecto exitoso basado directamente en la música electrónica aún con ese aire raro y de misterio, New Order.

Cualquiera de los dos discos citados merecen atención pista a pista, pero especialmente destaca el inconmensurable Love Will Tear Us Apart, un single compuesto por Ian Curtis que se publicó un mes antes de su muerte y que consiguió años después ser todo un clásico del post punk.


lunes, 3 de enero de 2011

The Church, El Culto de la Música


En plena fiebre de los ochenta, esa década tan denostada por unos y con la misma fuerza adorada por otros, surgió un cuarteto en Australia que vino a demostrar, como otros, que no todo era sintetizadores y programaciones secuenciadas, y si lo eran existían formas de combinarlos magistralmente y obtener el mismo o más éxito.

Y a veces las palabras sobran si no fuera porque es preciso conformar un contexto para hacerse eso que hemos dado en llamar conocimiento de causa.

Tres chavales en 1980 en su Sydney natal decidieron poner un poco de elegancia guitarrera a la fría fórmula en serie que empezaba a adueñarse del panorama musical mundial. Emergieron con todo el sabor de post-punk de la segunda mitad de los gloriosos setenta.

En aquel tiempo el inicial terceto, posterior cuarteto, hizo suya la idea Beatles de combinar la sugerente simplicidad de la guitarra, el bajo y la batería con hermosas armonías que en el caso de The Church se definió como neopsicodelia, es sólo un nombre como tal limitado.

De pronto la fórmula empezó a funcionar como un movimiento minimalista que fue cogiendo brío en toda Australia. Los ecos llegaron a EE.UU. y allí la todo poderosa Warner Bros. de entonces les quiso producir su álbum mejor en 1986, Starfish.

Una obra maestra que jamás llegaron a superar después. En ella lo dicho, atmósferas elegantes, guitarras precisas y muy timbradas y un halo mistérico que adornó un sonido impecable, agradable y muy seductor. De entre los temas del disco destacó el mágico Under The Milky Way. Si lo escuchas no te desharás de él jamás.