domingo, 3 de octubre de 2010

Infinito Catálogo, Nick Drake


Van Morrison no tenía mucho que envidiar al británico Nick Drake, en las comparaciones nadie resultaba vencedor quizá porque Drake terminó demasiado pronto su periplo profesional en este atribulado mundo allá por 1974 cuando le sorprendió la muerte.

Siempre fue más afín al estilo dulzón de Donovan. Pero en cualquier caso fue un seguro y merecido protagonista de la corriente musical de su tiempo. Unos años entre 1968 y 1974 en que el duende-poeta introspectivo cobró fuerza en grupos como The Doors y en solistas como los citados y también Carole King o Cat Stevens.

Nick en realidad era oscuro, depresivo en sus conceptos musicales y no digamos ya en sus letras inquietantes en torno a su romanticismo melancólico. Todo ello lo adornaba con una voz susurrante y esquiva que en la escena folk rock de su tiempo amenudo acompañaba de fríos arreglos orquestales y acústicos que conseguían un conjunto singular por extraño.

Pasó desapercibido en su momento quizá en buena medida porque nunca quiso promocionarse en directo. Nick Drake apenas si pisó un escenario que no fuera el del estudio de grabación. Aunque al cabo de los años su música breve en cantidad pero larga en intensidad ha cobrado nuevo brío para renacer de sus cenizas.

Su carácter depresivo terminó con sus huesos en un internado psiquiátrico y enganchado al 'maná' de aquellos años presente siempre en todas sus creaciones. Con apenas 26 años moría sumido en el más profundo desequilibrio existencial. Su música es un reflejo de todo ello pero con un misterioso sabor agridulce que te atrapa; difícil salir indemne de la experiencia.




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