miércoles, 13 de octubre de 2010

Neil Diamond Soñador


Quién le iba a decir al autodidacta de Brooklyn que los últimos años de su carrera serían tan ajetreados. Desde que aceptó la petición del barbudo productor Rick Rubin hace cinco años (Red Hot Chili Peppers, Shakira, Metallica, Johnny Cash, etc, etc.) con dos espléndidos discos, Neil Diamond está viviendo una segunda juventud.

La veteranía del personaje bien merece unas líneas de cara a su calidad compositiva y la megaestrella que nunca dejó de ser gracias a sus multitudinarios conciertos por medio mundo, registro en el que especialmente brilla el baladista afincado en Los Angeles si bien sus discos habían dejado de interesar como antaño.

En el verano de 2008 Neil volvió al Madison Square Garden de New York para emular el éxito que logró 38 años antes, aquella vez en el Greek Theater de Los Angeles, con sendas actuaciones en vivo añadiendo el por entonces novedoso sonido cuadrafónico en concierto del que surgió el afamado doble en vivo Hot August Night, uno de los discos más vendidos en la historia de la música. Esta vez los conciertos del Madison se volvieron a reunir en un doble álbum llamado Hot August Night/NY.



La fuerza que Diamond presentaba en ese doble directo presagiaba que no tenía la más mínima intención de abandonar la música. A pesar de sus ya 69 años sigue conservando la energía de antaño y una privilegiada voz cada vez más timbrada.

Y en esas está que a la espera de composiciones inéditas seguramente con el toque mágico de Rubin que tan buen resultado le ha dado en el mundo de las listas de éxitos conquistando incluso el nº1 de la prestigiosa Billboard, Neil Diamond tiene previsto un álbum de covers. Uno no sabe cuánto tiempo le queda y muchas de estas canciones han estado 40 años esperando a que las grabara, ha dicho recientemente sobre el nuevo proyecto llamado Dreams.

El disco que contiene clásicos de Gladys Night & The Pips, The Beatles, Gilbert O`Sullivan o Bill Whiters entre otros, se publicará el 2 de noviembre próximo y ha sido producido por él mismo. De nuevo sensibilidad, interpretaciones al mejor estilo Diamond y en definitiva la labor de quien ha sabido mantenerse durante casi cinco décadas en escena por encima de modos y modas.

Atrás quedaron los años más rocker de este autor con canciones como I'm a Believer que convirtieron en nº1 The Monkees en el boom de su lanzamiento y más recientemente Smash Mouth para la película Shrek; o Red, Red Wine que versionaron con enorme éxito los UB40; o la banda Urge Overkill que hizo lo propio con otro tema de Neil, Girl, You'll Be A Woman Soon, para la película Pull Fiction de Tarantino.

Ahora es él quien versiona y el resultado completo lo escucharemos en breve. De momento aquí te dejo la versión del Midnight Train To Georgia de Gladys Night & The Pips según Neil Diamond.


martes, 12 de octubre de 2010

Bruce Springsteen en el Túnel



Todos en alguna ocasión nos hemos sentido de la misma manera que El Jefe sintió en este controvertido álbum El Túnel del Amor. La diferencia es que no tenemos una guitarra eléctrica y su fuerza para grabar un disco y expulsar fantasmas.

Corría el año 1987 y Springsteen venía poco menos de convertirse en la más rutilante estrella del rock con su álbum Born In The USA que a pesar de lo que pudiera parecer por el título era una auténtica arenga a la sociedad yanqui del momento. Una crítica abierta y feroz.

Tunnel Of Love es un disco atípico hasta ese momento en su discografía. Bruce había decidido concentrar en un solo vinilo el porcentaje más alto de medios tiempos que se le había escuchado. Algo pasaba. La crítica hacía incapié en este particular y el disco se resistía a acoplarse entre los preferidos de sus seguidores más incondicionales.



Al final el alma humana es débil y claudica con más facilidad de la que desearíamos. El Boss había decidido grabarlo sólo en casi su integridad tomando muy de vez en cuando la aportación de la E Street Band. Se encargó incluso de los sintetizadores y la sección percusiva. Aunque en la gira del disco le acompañaron no volvió a coincidir con la banda durante años.

Por si fuera poco accedió por primera vez a publicar temas inéditos. Descartes de estudio en las caras b de los cinco singles que se publicaron.

Era el trabajo más introspectivo que Bruce había trabajado en muchos años. Muy reflexivo y siempre en torno al amor. Y todo por una cuestión puramente emocional. Se había separado de su mujer, la actriz Julianne Phillips y expió todas sus interioridades afectivas en perfectas canciones como las que vamos a escuchar.

The Boss dijo que necesitaba evitar el arquetipo aguerrido y atrevido que su disco anterior le había granjeado. Una imagen que no se correspondía con la realidad total y que pretendía modificar con este puñado de buenas canciones.

Pasado el tiempo volvió a enamorarse, esta vez de la vocalista del grupo Patti Scialfa y curiosamente desterró desde ese momento cualquier alusión en sus conciertos a cualquiera de las canciones de Tunnel Of Love. Y así durante años.

La vida misma sobre el escenario. He de decir que a mi me parece de los mejores discos que haya escuchado jamás al dueño de las tres horas más electrizantes sobre un escenario.







domingo, 3 de octubre de 2010

Infinito Catálogo, Nick Drake


Van Morrison no tenía mucho que envidiar al británico Nick Drake, en las comparaciones nadie resultaba vencedor quizá porque Drake terminó demasiado pronto su periplo profesional en este atribulado mundo allá por 1974 cuando le sorprendió la muerte.

Siempre fue más afín al estilo dulzón de Donovan. Pero en cualquier caso fue un seguro y merecido protagonista de la corriente musical de su tiempo. Unos años entre 1968 y 1974 en que el duende-poeta introspectivo cobró fuerza en grupos como The Doors y en solistas como los citados y también Carole King o Cat Stevens.

Nick en realidad era oscuro, depresivo en sus conceptos musicales y no digamos ya en sus letras inquietantes en torno a su romanticismo melancólico. Todo ello lo adornaba con una voz susurrante y esquiva que en la escena folk rock de su tiempo amenudo acompañaba de fríos arreglos orquestales y acústicos que conseguían un conjunto singular por extraño.

Pasó desapercibido en su momento quizá en buena medida porque nunca quiso promocionarse en directo. Nick Drake apenas si pisó un escenario que no fuera el del estudio de grabación. Aunque al cabo de los años su música breve en cantidad pero larga en intensidad ha cobrado nuevo brío para renacer de sus cenizas.

Su carácter depresivo terminó con sus huesos en un internado psiquiátrico y enganchado al 'maná' de aquellos años presente siempre en todas sus creaciones. Con apenas 26 años moría sumido en el más profundo desequilibrio existencial. Su música es un reflejo de todo ello pero con un misterioso sabor agridulce que te atrapa; difícil salir indemne de la experiencia.




sábado, 2 de octubre de 2010

Dos Mejor que Uno


En estos días hemos recuperado para regocijo de fans y seguidores varios la calidez interpretativa de dos colosos de la música moderna. Desde Londres el batería Phil Collins y no mucho más lejos, en Ripley, el guitarrista Eric Clapton. Phil produjo algún álbum de Eric y además es su guitarrista preferido.

La ausencia del primero se ha prolongado por un total de ocho años. Phil Collins desapareció tanto del estudio de grabación como de los escenarios para fomentar su vida familiar. Desde que dejó a Genesis, banda a la que rápidamente contagió su estilo menos ecléctico para el desasosiego de los seguidores de Peter Gabriel, no hizo otra cosa que ir colocando nada menos que 150 millones de sus discos en solitario en los hogares de medio mundo.

En su álbum de retorno Going Back hace lo propio, música atractiva, de consumo ligero y, no nos engañemos, lo que siempre ha hecho y más le ha gustado, el soul y el r&b de los sesenta. Recordemos viejos éxitos como I Cannot Believe It's True o la versión de las Supremes de Diana Ross You Can't Hurry Love. Phil no se ha esforzado en exceso pero logra convencer con 25 clásicos del soul de los sesenta, todo versiones.

Eric Clapton en su línea y similar a Collins salvando las distancias oportunas. Clapton siempre ha hecho blues, siempre. Con un poquito de pop, rock o soul cuando convenía. Desde su famoso encuentro a finales de los sesenta con John Mayall o los Yardbirds y posteriormente con los Cream añadiendo la psicodelia a su catálogo. Y supo versionar magistralmente el Cocaine de J.J. Cale, un éxito indudable en su carrera como solista y el reggae I Shot The Sheriff de Bob Marley.

Este disco bautizado Eric Clapton tal cual su primer álbum en solitario allá por el recóndito 1970 y tras cinco años sin pisar el estudio contiene al 'manolenta' de toda la vida. Con mucho más blues y sin seguir enamorado de su voz. Pero su guitarra ajada sigue escupiendo buenos punteos al estilo de la casa y melodías encantadoras. Muy recomendable.