viernes, 30 de julio de 2010

Prohibiendo Prohibiciones



Hace muchos años en un lugar de Memphis y proveniente de Tupelo a orillas del Mississippi un joven de familia humilde se buscaba la vida como camionero. Hasta aquí todo muy normal en el país democrático de Lincoln o en el país democrático y taurino de Zapatero.

Este chico hizo un día un privilegiado alto en el camino para poner en práctica su afición por la guitarra que aprendió a tocar de pequeño entre ritmos de blues, gospel... para así en un pequeño sello discográfico grabar una canción como regalo de cumpleaños a su madre. En USA era muy habitual este tipo de servicios entre las pequeñas discográficas.

Dicho y hecho. El sello se llamaba Sun Records. Fuel el principio de una leyenda marcada por el éxito incontrolado, la polémica, excesos y prohibiciones.

Como quiera que Elvis Presley -sí, es de él de quien hablo- consiguió unir lo más bello de la música de color como el R&B con lo más tradicional del sonido blanco como el country surgió un sonido típicamente matizado llamado Rock & Roll.

Pese a lo idílico de la mezcolanza pronto surgieron detractores. Sobre el escenario un sonido infernal que rompía cánones y que por sí solo invitaba al propio diablo a participar, y un joven Elvis que lo adornó con una sugerente interpretación no exenta, y aquí está 'el problema', de atrevidos contoneos y movimientos 'lascivos' de cadera que podían resultar perniciosos para la juventud americana.

Nunca se había visto nada igual sobre un escenario y menos aún en un cantante blanco. Pese a las trabas la historia demostró que aquellos pacatos ultrapuritanos que veían con malos ojos el advenimiento de una nueva forma de espectáculo musical y visual se equivocaban de todas todas. Es irrefrenable la atracción por una música-espectáculo que tiene mucho que ver, si no todo, con la idiosincrasia de un país y está íntimamente ligada a su credo atávico.

Rápidamente se separó el ruido de las nueces y sólo hubo que dejar fluir con todo su encanto, misterio y admiración un sentimiento que está más allá de cualquier burla, acoso, prohibición... Sin quererlo todos aquellos anti-Presley del momento prepararon el camino hacia el éxito total y definitivo de una expresión artística que aún hoy genera admiración.

Otro día os hablaré de Marvin Gaye y su revolución musical en el mundo de color. De momento que vayan tomando nota los malavaristas de la política que se sirven sin escrúpulos de cualquier cosa por tal de aplicar su antojo nacionalista utilizando la más espuria demagogia.






sábado, 17 de julio de 2010

Kenny G y El Encanto de los Dioses


Decir Kenny G es lo mismo que tocar el cielo un poquito cada vez. Este hombre natural de Seattle, estado de Washington en USA, se ha entretenido en sus años de carrera, que comenzaron a mediados de los setenta acompañando a Barry White, en vender más de 80 millones de copias de sus discos basados exclusivamente en el saxo. Siquiera otros reputados intérpretes del seductor instrumento como David Sanborn lo han logrado.

Como siempre te digo para más información ahí está la web oficial del músico. Pero para otros detalles ya te los avanzo yo. Si uno no tiene la capacidad de reinventarse, poco consigue. Y Kenny tiene ese toque especial y la virtud de acompañar el sonido de su saxo de adornados arreglos que hacen un soporte más que atractivo para su apoyo y en un instrumento que por sí mismo durante todo un larga duración pudiera resultar monótono.

Es así que a lo largo de todos estos años ha logrado triunfar tanto es listas Pop, como Fusion, New Age e incluso del Jazz más amable y seductor llamado Smooth Jazz. Introduciendo líneas melódicas para 'corregir' la aparente anarquía del jazz más clásico y rodeándose de buenos músicos y colaboraciones vocales para desarrollar una técnica incomparable e intransferible.

Su saxo soprano tiene un sonido distinguible, acariciador, muy peculiar y es capaz de mantener una nota suspendida más allá de la capacidad pulmonar al uso mediante una técnica fácil de explicar pero complicada de desarrollar, es decir, consigue respirar entretanto mantiene la nota.

Kenny G ('G' por su apellido Gorelick) se convirtió en una rutilante y singular estrella internacional y a pesar de un descanso de diez años durante la primera década del siglo XXI no ha perdido su encanto regalándonos en los últimos dos varias joyas inigualables otra vez. Rhythm & Romance (2008), basado en canciones de amor latinas y el publicado hace un par de semanas Heart & Soul, un disco impecable de eco romántico para una velada, o mediodía, o amanecer de verano, invierno... De nuevo una delicia para soñar despierto.




jueves, 8 de julio de 2010

Platino Por Un Día




Buscando y buscando, que esto es un no parar, tarde o temprano se desliza la sorpresa del día entre tanto desorden en aquella perdida estantería de discos ya olvidados en el tiempo.

Pero nada más ponerlos en el no menos vetusto giradiscos descubres por qué en su día fueron auténticos líderes y después ya nunca se supo de ellos.

Hablo de un trío valenciano que en los primeros ochenta deslumbraron fugazmente con una suerte de funky-pop elegantoso, perfecto para las pistas de baile muy en la línea de los ecos británicos en tal menester estilístico. De la misma manera aparecían ataviados atildados de una seriedad francamente convincente.

Se llamaban Platino y fue uno de los miembros del dúo de música electrónica Azul y Negro, Carlos García Vasco, quien les produjo el disco que me ocupa ahora. Sólo ese porque no hubo más. Ocurrió en 1984. Es una delicia que merece la pena repasar.



domingo, 4 de julio de 2010

Radio Futura Acalorada


Veranos inolvidables cuando en el pequeño tocata sonaba la música de los Radio Futura. No sé por qué pero sea cual fuere el momento en que les escucharas siempre tenías la sensación de transportarte al tórrido estío de otrora años mejores.

La Escuela de Calor de los Radio Futura es un icono de la música veraniega de la España más orientada hacia un nuevo mundo musical en el que el revulsivo era la diversión por la diversión sin nada más que hacer que ir despertando hacia una realidad a bordo de un incipiente futuro que alguna vez sentimos perdido y al que la música volvía a auparnos.

Ese verano de 1984 mientras algunos se movían al ritmo ingenuo de los pajaritos de Mª Jesús y su Acordeón otros preferíamos la descarnada pegada de la calle ardiendo al sol de poniente con tribus salvajes cerca del río.

Sin duda la canción más cercana del long play La Ley del Desierto, La Ley del Mar junto a Semilla Negra, otro icono de los de Madrid con el que se perfiló una banda llamada a marcar estilo en el rock hecho en castellano. El primero del entonces cuarteto después del experimento que supuso Música Moderna cuatro años antes.

El disco se confeccionó a base de material que en vivo ya había rodado Radio Futura en sus muchas actuaciones. Cuando se publicó con esos mismos temas pero grabados en estudio por vez primera ya eran sobradamente conocidos. Fue importante también la labor que en ese período sin soporte físico realizaron las emisoras de radio de todo el país radiando maquetas, etc., con lo cual se convirtió en un rotundo éxito.

Pedacitos de un verano que gusta recordar en cualquier terraza mientras una cervecita (o lo que se tercie) amortigua el peso y paso de los años.


sábado, 3 de julio de 2010

Bob Marley No Copy


Que la arrolladora personalidad de Bob Marley caló profundamente en sus seguidores es un hecho contrastado. Que su música sirvió como elemento de expresión y denuncia con soflamas espirituales auspiciadas por la religión rastafarí también es verdad. Pero que eso nos de pie a recrear sin límite un legado musical que me parece tal como quedó inamovible se me antoja un despropósito.

El punteo y ritmo característico del reggae da pie a mil y una combinaciones. Y Marley fue un adelantado de su tiempo en tal menester. Se adivinaba en su música un espíritu elevado y un conocimiento del tempo exquisito. Hoy día escuchar por ejemplo Is This Love no supone retrotraerse en un complicado ejercicio de memoria. Salvando las ventajas técnicas actuales suena tan fresco como si fuera hoy mismo.

El jamaicano concibió su música tal y como en sus discos está plasmada. Y créeme que hay ocasiones en que mitos de tamaña envergadura deben ser tratados a la altura de su excelencia personal y musical. Me parece un sacrilegio retocar su legado inigualable a no ser para limpiar la pista original del paso de los años, hoy llamado remasterización.



Hace unos días pude tener noticia de una reedición que a priori me parecía oportuna por el período estival pero que al escucharla me sorprendió. Varios años después de su fallecimiento se editó una muy completa y destacable recopilación en el ya legendario Legend. La de ahora se llama Legend Rarities Edition. Chin chin pum para pistas de baile.

Mi decepción ha sido profunda. Tanto como la osadía de quienes se han permitido profanar la memoria del genio Bob Marley. Y menos mal que en un arrebato de lucidez han obviado en tamaña disección apócrifa el sacrosanto Is This Love. Menos mal.

Te recomiendo por supuesto la edición originalísima, única y verdadera de Legend. Abajo te dejo alguna que otra joya.