viernes, 27 de noviembre de 2009

Spandau Ballet Reciclada


Los revivals nunca dejaron de estar de moda. A veces con más acierto en otras ocasiones mejor ni hablar. Pero los de Londres han vuelto a brillar como solían.

Hace muchos, muchos años en un pequeño pub londinense cabecera de los movimientos de moda los hermanos Kemp tuvieron a bien construir un sonido exclusivo para ambientar tardes-noches de exquisita concurrencia en torno a una buena birra o lo que se terciase.

Sea como fuere aquel sonido impregnado de gusto, elegancia, sin estridencias y poco exigente fue abriéndose camino hasta superar el reducido círculo en que se gestó. Nació el movimiento musical Nuevos Románticos, que fiel a su origen trascendió de su esencia musical creando un estilo de vida acorde a su delicadeza instrumental.

La Spandau Ballet pasearon por medio mundo, incluso en el difícil mercado yanqui su presencia escénica acompañada de bonitos temas que coparon durante años, desde primeros de los ochenta hasta finales de la década los primeros puestos de las listas de venta y una pléyade de impenitentes fans que jamás olvidaron aquellos años.

Este 2009 han vuelto. Unos peinan canas, otros ya ni las tienen. Pero el quinteto sigue intacto. Han tenido nuevamente éxito primero en Londres con sendos conciertos y a raíz de ahí pretenden incluso volver a España. Hasta hay fechas pero las reservo porque habrá cambios.

El reclamo de la nueva gesta es un recopilatorio llamado Once More que además incluye el título como tema inédito. Pero no te aburras. El álbum tiene su aquel. Ya es difícil hacer versiones de temas incrustados en la memoria tal cual se registraron en estudio la primera vez; aún más hacerlo bien e incluso darles nueva vida. Y es lo que contiene el 'nuevo disco' de la Spandau, un impulso creativo que no desmerece al original.


domingo, 15 de noviembre de 2009

Tránsfugas

Dícese de la virtud de arrimarse al árbol que mejor sombra da... Es una definición un poco de andar por casa pero así es como mejor se entienden las cosas en Román Paladino, que diría el ínclito Anguita.

A la música esto también es aplicable. Es como la famosa portabilidad de las operadoras de telefonía móvil. Que te llevas el número y el resto lo ponen ellas, incluida la pelea administrativa con la compañía a la que adornas las sienes.

Así, de pronto, me viene a la memoria el flemático Paul Weller de los The Jam. Banda británica de los últimos setenta cercana al punk de la época que brilló en ese estilo y que cuando éste decidió marchar y crear The Style Council en 1982 incluyó soul, R&B y toques de Jazz. El cambio fue radical. (Y a mi me gustó).

Otro ejemplo es la banda de acompañamiento que abandonó sus tareas junto a Linda Ronstadt con el fin de iniciarse como grupo de entidad propia en su carrera musical. Eran nada menos que The Eagles. Que a su vez y con el paso de los años y el éxito sin precedentes acumulado, sus músicos hicieron lo propio en solitario. Caso de Don Henley o Glenn Frey.

Y Phil Collins y antes que él Peter Gabriel en Genesis, Bryan Ferry, Amaia Montero, Santiago Auserón, Manolo García, David Gilmour y Roger Waters, etc, etc, etc. Y también Teo Cardalda que fue miembro fundador, teclista y segunda voz de Golpes Bajos.

Esta era una banda gallega ubicada en plena movida madrileña que ofrecía una suerte de pop/rock que sin llegar a ser gótico, esto es, elaborado a base de mucho sintetizador describiendo atmósferas densas e intrigantes no exentas de cierto pesimismo en su planteamiento lírico, ofrecían una oferta más asequible, comercial para entendernos.

Germán Copini fue el aliado necesario para que los Golpes hicieran lo propio mantel incluido en la España de aquel entonces con canciones como "Malos Tiempos Para La Lírica" o "No Mires A Los Ojos De La Gente". Total, que hubo desplantes aquí también.

Copini hizo algún pinito y Cardalda dio el salto al éxito formando con su mujer, María Monsonís, el quinteto primero, dúo después Cómplices. Y ahí Teo soltó lastre y decidió hacerse acreedor de melodías pop construidas con mucho gusto e inteligencia. Sus primeros dos discos fueron espectacularmente bonitos.

Y eso es lo que te dejo a continuación. Una muestra de ese bonito pop de los últimos 80. En concreto el tercer disco del grupo (dúo posterior) "La Danza de La Ciudad" de 1990. Y como no he encontrado ningún vídeo original que tenga siquiera el mínimo de calidad de audio que merece este blog, directamente del cd extraigo dos temas, "Es Por Ti" y "Los Tejados".




domingo, 8 de noviembre de 2009

Dos por Uno del Muro

Quién dijo que la música no sabe inmiscuirse en celebraciones de todo tipo. Activamente y en muchos casos de forma pasiva se la ha vinculado en acontecimientos históricos que ha venido a rubricar con sus notas sin reparo alguno -notas de todo tipo, incluso las de Tom Waits cuando a su piano le daba por beber-.

A veces muy indicadamente, otras, la verdad, mejor en casita y la puerta cerrada la música siempre ha estado ahí. Desde los desfiles callejeros del día de Puerto Rico en la Gran Manzana que inspiró al mismo Neil Diamond en su álbum Beautiful Noise, hasta las elucubraciones lisérgicas de bandas de rock como los desparecidos Nirvana de Kurt Cobain.

Hagamos alusión al primer caso esta vez. La música como celebración, que en definitiva como elemento lúdico que es brilla por sí sola.

En la madrugada del 8 al 9 de noviembre de 1989 un hecho histórico cambió el transcurso de la Alemania de post guerra más áspera. El famoso Muro de la Vergüenza, Muro de Berlín, Muro de Protección Antifascista, etc., caía desplomado después de 28 años de mirar a otro lado. El lado oriental que quedó aislado al mundo.

Aquella noche recuerdo como asistí atónito a través de la tv a tamaño acontecimiento. Sí, porque yo anhelé que el tiempo definitivamente redujera a la nada aquel vergonzante episodio de nuestra historia más oscura. Pero no ha sido así. El muro no está pero sí su sombra. El mundo no aprende ni lo hará jamás.

En fin, a lo que vamos. Que años antes el grupo de rock psicodélico, más tarde progresivo y sinfónico Pink Floyd había imaginado un disco, casi una opera rock que tres años más tarde, 1982, se llevó al cine, llamado The Wall.

Nada tenía que ver con ese otro muro alemán pero aún así el tema central del álbum Another Brick In The Wall se convirtió en un icono de ese acontecimiento. Siquiera fuera por las analogías que en la historia de los Floyd se encontraron. Trata de una rutilante estrella del rock que construye un muro simulado a base de ladrillos, cada uno convertido en metáforas sórdidas de su propia decadencia como persona precipitadas por la trágica muerte de su padre en la Segunda Guerra Mundial, rígida educación británica, fantasías autodestructivas de una estrella del rock, etc.

Tampoco le faltó tiempo a la banda en sus conciertos para recrear el álbum inmerso en ese episodio herencia nazi. El espectáculo era todo un acontecimiento internacional. No se escatimaba en medios técnicos en tanto al sonido como a la imagen.

He encontrado una coqueta versión de ese tema rock de Roger Waters y David Gilmour de parte de una banda de Los Angeles de California de sonido electrónico y Lounge que no tiene parangón. Se llaman Supreme Beings Of Leisure y nacieron curiosamente en el año 1989. Ahí te los dejo. También el original para los que gustan de lo clásico.