sábado, 8 de agosto de 2009

Cálido Agosto el de Neil Diamond


¿Cuántos van ya...?. He perdido la pista de los discos y actuaciones en directo, por cierto abundantísimas, del autodidacta de Brooklyn Neil Diamond.

Yo no sé este hombre cuándo decidirá parar, pero en vista del enorme éxito de sus dos últimos discos con el productor Rick Rubin, y ya prepara un tercero, me temo que aún queda cuerda para rato. Afortunadamente. Está en un momento irrepetible.

Y eso me hace feliz. Que un tipo cerca de los 70 años siga gozando de auditorios llenos a rebosar, de ventas envidiables, del estatus de mito viviente y lo que es aún más extraño a estas alturas, de una voz limpia, sólida que recrea sus viejos éxitos, y los nuevos, con esa hipnótica lucidez sólo me queda que decir "Chapeau Mr. Diamond".

Por si todo esto fuera poco el pasado agosto (verano de 2008) Neil actuó en el Madison Square Garden de New York. Enésima vez. Estaba en plena gira mundial de éxito apabullador. Allí quería rememorar una histórica actuación que 37 años atrás le lanzó directamente al grado más alto de popularidad de la época en el Greek Theater de Los Angeles.

Ahora desde la Gran Manzana se pone a la venta aquel concierto de hace un año de gradas repletas de incondicionales y otros no tanto pero seguro que a partir de ese momento sí, con la magia que sólo Diamond sabe repartir entre quienes le hemos visto alguna vez en vivo.

El DVD acompañado de contenidos extras en un cd se llama en clara alusión a aquella otra rutilante noche de Los Angeles de 1972 "Hot August Night/NYC"

Otra vez el carrusel de emociones a través de unas canciones que no dejan lugar a quitar la vista de su autor, mayestático en escena. Todos los clásicos, incluido "Sweet Caroline" o "Cracklin' Rosie" (ésta en el vídeo promoción de más abajo, no te lo pierdas), los nuevos y un Neil incombustiblemente pletórico.

Quizá la misma CBS en Europa o alguna filial retransmita el acontecimiento porque en EE.UU esta cadena en exclusiva emite el concierto coincidiendo con la publicación de "Hot August Night/NYC" el día 14 del corriente. Pero da igual ser el primero o no en verlo porque en España estará disponible la primera semana de septiembre. De todos modos ahí va un adelanto.


martes, 4 de agosto de 2009

Carissima Beverley Craven


Tuvo a bien en el debut de su carrera regalarnos una de esas canciones que se convierten rápidamente en un estándar del pop. Una melodía que nada más escucharla jamás se olvida. Es como ese dulce rumor que te acompaña para siempre.

No en vano fue Bobby Womack el primero en decidir que la chica tenía talento. Así que la invitó como corista en algunos conciertos de su gira europea de aquel entonces. Ya la había escuchado en composiciones al piano en bares y garitos de la zona de Londres. Beverley ocupaba así su tiempo mientras estudiaba en la escuela de arte.

Su madre le había inculcado desde pequeña el gusto por el piano. Y aprendió. Ya lo creo que lo hizo. Para su primer disco a finales de los 90 se había presentado con un buen puñado de canciones compuestas por ella misma. Sensibilidad, tacto para la creación y un gusto esmerado en la elección del productor.

Stewart Levine, que venía de trabajar con Simply Red no terminó de captar toda la profundidad que requerían los temas de Craven en las sesiones previas de supervisión. Ella misma lo decidió así. Demasiado simplistas los resultados por comerciales. Por tanto borrón y cuenta nueva. Esta vez con Paul Samwell-Smith, productor de Carly Simon y ahora sí que nació su álbum de debut en 1990, "Beverley Craven".

Fue un éxito inesperado en toda Europa. Esta pianista de composición intimista y confesional natural de Sri Lanka pero criada en Hertfordshire, Gran Bretaña, epató con el sencillo "Promise Me", una emotiva balada mecida al piano y aderezada con su voz suave y dulce. Cóctel que derramó toda su esencia en el resto del disco.

Pero no ha sido constante. Quizá por la dedicación esmerada a su familia, marido y tres hijas el caso es que su carrera empezó a perder impulso desde el siguiente disco en 1993 que aún así atesoraba todo su encanto en temas como "Love Scenes". Una lástima porque desde entonces hasta hoy sólo ha grabado dos discos más. El más reciente este mismo 2009.

La esencia siempre en tarritos pequeños y lo bueno si breve dos veces bueno. Nos queda eso, el refranero para mitigar la melancolía de una Beverley Craven más prolífica y algunas composiciones suyas entregadas a discos de Natalie Umbruglia o Bewitched.

La rescatamos en su debut en una versión acústica de "Promise Me" y esperemos que no se aburra de cantar en adelante con su nuevo disco "Close To Me".